¡Hola! ¡Me da mucho gusto saludarte!
Antes de empezar a escribirte, como es costumbre, me preparé un riquísimo café que ahora mismo humea a un lado de mi computadora. ¿Estás lista? ¡Ya ansiaba platicar contigo!
Pues bien, el tema que hoy quiero compartirte fue motivo de conversación la semana pasada con una clienta que se dedica al network marketing, y a quien, por cierto, le ha ido espléndidamente. Es súper trabajadora y también muy sagaz e inteligente para identificar oportunidades y aprovecharlas.
Pues bien, esa clienta, a quien llamaré Magda, estaba un poco “sacada de onda” por la actitud de una prima a la que había invitado a su negocio. Resulta que esa prima es trabajadora y cumple con sus compromisos. El problema es que no parece interesada en hacer un esfuerzo extra . Es cumplida y, eso está muy bien, pero no es suficiente.
Nunca.
Cuando Magda quería animarla a superar lo hecho o hacer un esfuerzo mayor, encontraba mucha resistencia. “Hago lo que me corresponde”, le contestaba.
¿Conoces a alguien así, Edna?
Este tipo de actitudes es más común de lo que quisiéramos. Por supuesto que es valioso cumplir con los acuerdos, pero cuando se trata de emprender, crecer, romperla, es necesario hacer más. ¡Mucho más!
Limitarnos a cumplir es otra forma de mantenernos en nuestra zona de confort.
Bueno, vuelvo a la conversación con Madga. Le recomendé algunas estrategias para motivar a su prima a tomar más la iniciativa y no conformarse. Y le conté una anécdota mía, cuando era empleada en una empresa productora de cerveza.
Me desempeñaba como analista publicitario. Un día supe que recursos humanos estaba invitando a empleados voluntarios a poner el pino de navidad en las oficinas. A pesar de que nadie me pidió que lo hiciera, y que era una tarea que no tenía ninguna relación con mi área de trabajo, levanté la mano y me apunté.
Para mi sorpresa, aquella tarea resultó mucho más complicada y ambiciosa de lo que supuse. El director general había solicitado un pino de navidad ¡hecho con puras nochebuenas!
Quienes nos apuntamos como voluntarias, nos pusimos a investigar con arquitectos, decoradores profesionales y botánicos todo acerca de los pinos, las nochebuenas, las estructuras y sistemas de iluminación y riego… Nos propusimos no solo cumplir con el pedido, de por sí ambicioso, sino hacer una propuesta original, creativa, bien sustentada.
Decidimos hacer más, mucho más de lo que se esperaba de nosotras.
Tras haber recabado información y diseñado nuestra propuesta, supervisamos la instalación de un pino de navidad bellísimo y muy original, que le gustó mucho al director y al personal de la empresa.
Construimos una zapata suficientemente sólida para sostener una estructura de metal altísima, con forma de pino que, además de alojar docenas de macetas de nochebuenas, tenía las preparaciones necesarias para iluminarlas e irrigarlas.
¡Era espectacular!
Aquella proeza fue el resultado de haber hecho más de lo que nos correspondía. Y además, ¡de forma voluntaria!
Te cuento esto para transmitirte la importancia de no dosificar tus esfuerzos. De no limitar tu creatividad. De no escatimar ni regatear tu talento.
Magda es una emprendedora súper competente. Sé que contagiará a su prima con su pasión por romperla. Ya te contaré cómo le fue.
Lo único que vence a las adversidades y a la incertidumbre es el trabajo duro. Quien quiere obtener mejores resultados, debe hacer mejores esfuerzos.
Edna, declárale la guerra a la zona de confort. Toma el control de tu agenda, de tus responsabilidades. Auto empodérate.
Así como las voluntarias que construimos el pino de navidad, date la oportunidad de constatar que los resultados extraordinarios son efecto de esfuerzos extraordinarios.
Si tú no los haces, nadie más los hará por ti.
Cuando te aventuras a hacer cosas nuevas, automáticamente se abre tu consciencia y comienzas a aprender y a crecer.
Además, quienes abandonan su zona de confort, se conocen mejor a sí mismos, se vuelven más valientes, entienden mejor su realidad, son más creativos, se relacionan mejor con otras personas y, por si fuera poco, son más felices.
Así crecen las personas, haciendo más, siempre más de lo que les toca.
¿Qué opinas Edna? Me encantaría conocer qué estás haciendo y ayudarte a romperla. Déjame mostrarte cómo puedes multiplicar tus resultados. El talento lo tienes.
Recibe un abrazo
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